radu sanz matilla14 de septiembre de 2021Me ha parecido una obra muy lograda de historia local, de las mejores que conozco de este campo para este período histórico, muy densa, llena de contenido, para leer con boi y papel, pero se saca un montón de información e ideas interpretativas y expositivas. Como investigación de historia local, lo veo bastante completa (han pasado 20 años, y para Valladolid, que yo sepa, no se ha hecho nada tanto en la información que ofrece (a veces, incluso, parece que no viene algo, vas al Pdf de la tesis - dirigida por el eminente historiador vallisoletano Celso Almuiña Fernandez, catedrático emérito de dicha Universidad- en el Cervantes metes en el buscador del Pdf y sale) como en el análisis que ofrece de temas no bien tratados para este periodo como el régimen municipal, la administración de justicia, la guerra ideológica o el afrancesamiento. Lo que si veo que el libro se inclina hacia la institucional en detrimento de lo sociológico (el autor ni siquiera dedica un capítulo aparte, a excepción de lo dedicado al tema de la marginalidad) que , a mi juicio si ofrece un campo de reelaboración de los estudios de la historia vallisoletana de este periodo, pendiente por hacer, en la línea de los muy importantes y brillantes estudios comparados. de Jorge Luengo para el periodo posterior,. Me pareció curioso que el autor tiene dos libelos pequeños divulgativo sobre las guerrillas locales, y en esta obra ofrece un tratamiento distinto, vamos que no copia y pega. Falta, y es un error importante, una contextualización amplia, no meramente puntual y superficial, como aquí ocurre, en el marco histórico general, que, a mi juicio, una obra de historia local no debe excluir, y menos en la Guerra de la Independencia, Hay que hay demasiadas expresiones digamos que "literarias" (metafóricas, por ejemplo) están de más en un texto histórico, que en algunas partes cargan con un tono alejado de lo que debe ser el estilo de un texto histórico. También es censurable que el autor da la impresión de que se deja llevar por sus inclinaciones: se le mucho el plumero en el tema eclesiástico (segada es la imagen de un clero como grupo de poder interesado, taimado, ladrón incluso de lo suyo, y cosas así) y en asunto de los colaboracionistas, o cuando postula una conspiración detrás de los sucesos de mayo de 1808 sin basarse en documentos, solo en indicios que pone sobre la mesa, pero me parece que es, como poco, historiográficamente aventurado.