Ginebra Los Tornos 9 de enero de 2023No es por hacer el chiste, es que el título del libro/relato me ha dado la palabra exacta: superfluo. Hay una cosa que sí ha hecho muy bien el autor, y es que el narrador (el hombre superfluo) parezca superfluo e incluso dé algo de lástima o asco, según el rato, aunque más bien asco. Dos horas han pasado desde que lo terminé y ya casi ni me acuerdo de qué iba. Era como un refriteo rápido de cualquier novela de Turguénev: chico, chica, duelo y, en este caso, protagonista que da asquete (en vez de ser el villano). No hay en esta historia héroes ni villanos, solo gente normal e irrelevante, sin interés de ningún tipo, salvo por alguna pincelada perdida. Es un esbozo muy rápido de la vida en los salones rusos de gente desocupada, que serían soldados y princesas, pero estaban todo el día dándole al samovar sin dar un palo al agua... Don't like.