Ginebra Los Tornos 7 de febrero de 2023Si no recuerdo mal, a su llegada a las Américas, Anaïs fue contratada por algunos señores para escribir relatos eróticos, no con fines editoriales, sino para su disfrute personal. Ella supongo que lo haría para ganar algo de dinerete, no es que fuera su vocación. Algunos de esos relatos están recogidos en este volumen y su hilo conductor es que salen pintores o modelos (creo que en todos o casi todos). Unos son regulares, digo como pieza erótica, y hay alguno muy bueno, aunque todos están muy bien escritos, porque esta tía era una máquina de escribir. Solo falla en algunos finales, que se quedan flojos o que son demasiado precipitados. Supongo que se dejaba llevar y de pronto se daba cuenta de que se le acababa el folio. Seguramente a causa de lo ya dicho (que originalmente era para lectores privados), estas historietas no sufrieron un proceso editorial depurativo. En resumen: bien. No tengo mucho gusto por el género erótico, ya que en seguida me agobia tanta ensalada de pezón y duro miembro, pero esto se lee rápido y hay algunas páginas sobresalientes.
Creo que muchas de estas historias están tomadas directamente de cosas que le sucedieron a ella, que trabajó como modelo. También creo que saca otras ideas de su conocida relación con Henry Miller, también con su marido, y de algunas experiencias que tuvo allí mismo, en los USA (antes y después de París).