Identifícate



Cambiar contraseña:


Don Quijote de la Mancha

Miguel de Cervantes Saavedra

Fecha: 11 de enero de 1605

Tiempo de lectura: 1d, 14h y 42m

Lo he leído
Lo quiero leer
Escribe tu opinión:

Si desvelas partes del argumento, utiliza el botón SPOILER para encerrar el texto correspondiente entre las etiquetas oportunas. Ej:

[SPOILER]Se desvelan partes del argumento[/SPOILER]

Tienes 7.500 caracteres. ¿Necesitas más? ¿Has considerado colaborar con una monografía sobre este libro?

Pulsa tu opinión:

Pulsa aquellos adjetivos que te sugiera esta obra.

Conmovedora
Sorprendente
Profunda
Original
Magistral
Entretenida
Divertida
Interesante
Emocionante
Evocadora
Inspiradora
Adictiva
Alegre
Hermosa
Certera
Ingeniosa
Absorbente
Extraña
Misteriosa
Dramática
Realista
Fantasiosa
Perversa
Absurda
Curiosa
Salvaje
Violenta
Sugestiva
Sesuda
Didáctica
Romántica
Predecible
Lenta
Aburrida
Cursi
Pueril
Frívola
Ofensiva
Deprimente
Confusa
Rebuscada
Falaz
Equivocada
Repulsiva
Deficiente
Espantosa
Vulgar
Críticas de Don Quijote de la Mancha
Etiquetas: Entretenida(1), Absurda(1), Lenta(1)
Ginebra Los Tornos14 de marzo de 2023
Don Quijote es como un partido de fútbol Madrid-Barça, o como el cocido: tarde o temprano te lo encontrarás en el menú, te guste o no. Muchas veces. Me lo leí de jovencita y me procuró algunas de las más memorables siestas de mi adolescencia. De mayor me lo volví a leer y lo disfruté más, aunque había ya leído tantos libros, y muchos me habían gustado tanto, que el Quijote me parecía poca cosa en comparación. Tiene sus virtudes intrínsecas y también un valor particular en su propio contexto. Pero no es un libro que me llevaría conmigo a una isla desierta. Para servir a sus propios fines, Cervantes congela y descongela el hilo principal. Estaría bien si no fuera para insertar algunas narraciones plastas que él encontraría de un subido tono lírico. Para mi gusto, no da con la tecla de la sensibilidad que tienen los personajes clásicos a los que imita, ni tampoco acierta con la dimensión épica. Como parodia, no me hace mucha gracia. A lo mejor en el siglo XVII me hubiese orinado encima de la risa, pero mi yo actual sonríe en algunas ocasiones y gracias. Después de %72%65%63%69%62%69%72%20%70%61%6c%6f%20%74%72%61%73%20%70%61%6c%6f%20%79%20%64%65%20%63%6f%6e%66%75%6e%64%69%72%20%65%6c%20%51%75%69%6a%6f%74%65%20%70%6f%72%20%65%6e%c3%a9%73%69%6d%61%20%76%65%7a%20%6c%61%20%72%65%61%6c%69%64%61%64%20%63%6f%6e%20%6c%61%20%66%61%6e%74%61%73%c3%ad%61, puedo confirmar que lo muchísimo cansa. A mí, al menos. Tampoco soy amiga de la picaresca, lo chocarrero ni lo malintencionado, así que no tengo en alta estima gran parte de la selección de obras que me procuraron en mi juventud la pléyade de académicos al cargo de la educación de la mancebía. Lo siento, para mí esta novela no es la cumbre de nada, ni me gusta el fútbol, aunque me parece bien que para muchos sí lo sea.