Rocío Biedma 5 de junio de 2021No tengo palabras para describir la belleza que este libro encierra.
El magnífico prólogo lo firma el prestigioso poeta José María Lopera. El epílogo pertenece a Felipe Sérvulo.
Este libro está incluido en la Colección Alcalina de poesía, es el número 136, que dirige Isabel Miguel.
Su estructura es muy original, las fases del cerezo: floración, maduración, letargo, senescencia.
Cerezas en invierno es un viaje a la esperanza y a la vida, el lenguaje es intenso y directo.
Rocío esculpe magníficamente cada una de estas letras, cada arista.
Palabras colmadas de generosidad, entusiasmo y lucidez, que con intensidad afloran en cada verso, dejando un rastro tangible, un espacio donde fabricar sueños.
En estos poemas están muy presentes la ausencia y la espera, y quizás el desamor yy el imposible olvido.
Para la autora en su poesía se aúna el silencio y la palabra, que son su recurso expresivo, dejando una persistente huella sobre el papel, posibilitadora de esta obra de arte que es: Cerezas en invierno.
Textos que intentan reconstruir la vida, regresando al pasado de los jazmines sangrientos, tejiendo una conexión emocional, lanzando un desgarrador grito de libertad.
Construyendo un puente entre el corazón y la mente, marcados inexorablemente por la distancia.
Ver más allá del disfraz despojado de prejuicios, derribando barreras inquebrantables, posadas sobre el tiempo heredado.
La poeta huye del vacuo virtuosismo y de los excesos expresivos. Como siempre apuesta por una poesía alejada de lo que estamos acostumbrados a leer.
Con su obra nos deja su testamento intelectual, condensando pasión y erudición.
El tono es accesible y personal, con estilo y clarividencia. Extraordinaria agilidad expresiva. Caudal inagotable.
Su poesía frecuenta diversos temas, que evocan, conmueven, alientan.
En este libro la narradora es la vida, que se levanta a orillas de la coherencia interna, próxima a la certeza.
Uniéndose a la travesía a través de la noche, donde los fantasmas y su soledad cobran un nuevo sentido.
Es un libro que habla, el elaborado lenguaje de la sensata sabiduría.
La poesía forma parte de su código genético, es su asidero, su escudo, su último refugio. Es un traje hecho a su medida.
Es constante su evolución, su capacidad regeneradora y los rostros que la habitan, que hablan a través del tiempo.
Las cerezas y sus hermosas cicatrices ejercen su derecho al sufrimiento, a la espera o al olvido...
Pilar Redondo. Escritora. Córdoba. Enero de 2020