Son los hermanos Grimm de los escritores más conocidos y a la vez desconocidos, al menos en la cultura hispana. De hecho, su obra más conocida, los cuentos (publicados originalmente como un recopilatorio llamado Cuentos de niños y del hogar), ni siquiera fue estrictamente creada por ellos. Eran cuentos que provenían de la tradición oral. Ellos los anotaron y retocaron durante años.
El padre de los Grimm era jurista y venía de una larga saga de sacerdotes (de la reforma alemana, se entiende, la de Lutero). Los hermanos Grimm conocidos son dos, pero en total fueron nueve: ocho hermanos y una hermana. Tres de ellos murieron de bebés (Friedrich Hermann, el primogénito, otro Friedrich —se ve que el nombre no traía buena suerte— y Georg Eduard). De los supervivientes, los mayores eran Jacob y Wilhelm, a quienes propiamente llamamos Hermanos Grimm. Luego venían Carl, Ferdinand y Ludwig. Este último se dedicó a la pintura y alcanzó poca relevancia, aunque era un retratista virtuoso. Ilustró muchos de los cuentos, aunque pocos de los dibujos llegaron a ver la luz. Realizó un grabado para la portada de la segunda edición y después hizo dibujos para más cuentos, cuando los Grimm tuvieron noticia del éxito de la versión ilustrada que se hizo en Inglaterra.

No nos dejamos en el tintero a la más joven, Charlotte, a quien llamaban Lotte. Con tantos hermanos, podría pensarse que se llevaban muchos años entre ellos, pero Charlotte solo se llevaba ocho con Jacob, que era el mayor.
Jacob y Wilhelm nacieron, respectivamente, en 1785 y 1786, en Hanau, muy cerca de Frankfurt. Queda así despejada otra de las dudas sobre los hermanos: eran alemanes, alemanísimos, y además este hecho es determinante en su trabajo y en toda su vida. Fueron bibliotecarios ambos en Kassel (Hesse). Es de notar que Kassel fue la capital del Reino de Westfalia (1807-1813), así que los Grimm fueron durante un tiempo súbditos del monarca Jerónimo Bonaparte, hermano pequeño del célebre corso. Así pues, uno de los motores de vida de los hermanos fue la liberación y la unidad de Alemania. Esto mismo sucedió en muchos de los pueblos que fueron pisoteados por Napoleón, que vieron enardecerse su espíritu nacional. También está la cuestión propiamente alemana. Recordemos que la unificación alemana fue en 1871. Hasta entonces eran reinos separados, herederos del Sacro Imperio: Prusia, Sajonia, Wurtemberg, Baviera…

El espíritu alemanista de los Grimm les llevó a emprender una serie de obras muy ambiciosas. La más faraónica fue un Diccionario de la lengua alemana. No era un diccionario común, sino friki, atendiendo a la historia y a la etimología de las palabras. El proyecto tardó más de 100 años en completarse. Los hermanos lo dejaron en la letra F y su final no llegó hasta el año 1960, con más de trescientas mil entradas recogidas en 32 volúmenes. Esta entrañable bagatela se conoce familiarmente como “diccionario de Grimm”.
También escribieron juntos una gramática y una historia de la lengua alemana. O sea, que los hermanos eran unos filólogos de tomo y lomo. También fueron estudiosos de la mitología alemana, danesa y del folclore de otros pueblos, incluyendo un trabajo sobre el Cantar de Roldán y el Romancero español (Silva de romances viejos).
Otra curiosidad es que los Grimm formaron parte de los siete de Gotinga. Gotinga es una población en la que ejercieron siete años como profesores de universidad. Esta universidad fue fundada por Jorge II, rey de Inglaterra, en el siglo XVIII. El Reino de Hannover (del que Gotinga formaba parte en la época) estuvo durante mucho tiempo unido a Gran Bretaña. En un momento dado, la reina Victoria no pudo heredar Hannover por la Ley Sálica (ley que impedía que las mujeres heredasen un reino, que en esas fechas estaba vigente en Hannover) y se hizo con el trono el hermano del regente finado, un tal Ernesto Augusto, que era más de corte reaccionario. Esto provocó que siete de los profesores universitarios firmasen un manifiesto en contra de este señor, lo cual les valió el despido fulminante y el destierro. Este acontecimiento, aunque en el momento no fue muy relevante, a la larga contribuyó al asentamiento de una base liberal en Alemania. Por fortuna para ellos, los hermanos Grimm fueron prontamente acogidos en el Reino de Prusia, donde fueron nombrados miembros de la Academia de las Ciencias.
Los cuentos
Abordemos una vez más el asunto de los cuentos, ya que este es un tema que nunca se acaba de saber y comprender. Por si no ha quedado claro, los hermanos Grimm eran unos estudiosos cabezas cuadradas. Su intención al editar los cuentos no era la de ser unos lechuguinos engominados a la moda, sino dejar un registro exhaustivo de todos los relatos pertenecientes al imaginario alemán que pudieran encontrar (incluyendo algunos de raíces inglesas y francesas, que en ediciones posteriores fueron expurgados). Como ya hemos dicho anteriormente, las primeras ediciones ni siquiera estaban ilustradas, así que los cuentos eran al mismo tiempo para niños y no para niños. O sea, eran un legado para el futuro (para los niños, mas sin los niños), pero el libro no era un asunto puramente comercial. Tenía su parte científica. Los hermanos (sobre todo Wilhelm, que es quien estaba más encima de las ediciones) anotaban cuidadosamente quién o quiénes les habían contado los cuentos e iban retocando los detalles cuando era necesario, hasta la expresión más insignificante.

La versión original de los cuentos carecía por completo de la más mínima noción de lo políticamente correcto. A lo largo de los años fueron los propios hermanos los que suavizaron los relatos, y la posteridad también fue limando asperezas aquí y allá, hasta que se adaptaron las narracciones a los gustos mojigatos imperantes en cada época, ya que el puritanismo es algo que nunca muere, en ninguna época y en ninguna sociedad.
Así, por ejemplo, la madre de Hansel y Gretel se convirtió en madrastra (no estaba bien visto que una madre abandonara a los hijos, mientras que las madrastras por lo visto vienen de fábrica con carné de perfidia), y los pies de las hermanastras de la Cenicienta se conservaban en perfecto estado (no se rebanaban los talones para que cupiesen en la sandalia de oro, que no zapato de cristal, que era de la versión de Perrault).
Jacob y Wilhelm vivieron siempre juntos, incluso después de que Wilhelm contrajera matrimonio con Dorothea Wild, quien por cierto fue la fuente de una docena de cuentos o partes de los mismos, ya que el mismo cuento se iba modificando según los distintos relatos iban llegando a oídos de los hermanos.
Jacob, que tenía mejor salud que su hermano, sobrevivió cuatro años a Wilhelm. Ambos reposan en el cementerio de San Matías en Berlín, exactamente aquí.
Perrault

Hay que hacer otra aclaración, que suele ser la duda de muchos lectores. Algunos de los cuentos de los Grimm ya habían sido también recogidos y publicados por el francés Charles Perrault (1628-1703) más de cien años atrás. Como hemos dicho, eran cuentos provinientes de la tradición oral y muchos de ellos eran comunes en distintas zonas de Europa. Tanto los Grimm como Perrault tienen versiones de Pulgarcito, Cenicienta, la Bella Durmiente, Barbazul y el Gato con Botas. Algunas versiones de Perrault eran también brutales y fueron modificadas hasta parecerse a los cuentos que conocemos hoy en día. Caperucita, por ejemplo, era invitada por el lobo a degustar un poco de sangre y huesos de la abuela, y luego se metía desnuda en la cama con él. Perrault introducía además una o dos moralejas de su cosecha al final de cada cuento, para edificación de las “jovencitas”.
Ilustración de James Inskipp, The book of gems. The modern poets and artists of Great Britain (1838)
Andersen
Para terminar, una breve nota sobre Hans Christian Andersen, el otro habitual en la estanterías de los clásicos infantiles. Fue un escritor danés, más joven que los Grimm (1805-1875), y aunque también basó algunos de sus cuentos en la tradición, casi todos fueron inventados por él mismo, más de doscientos. Algunos de sus títulos más conocidos son El patito feo, El soldadito de plomo, El traje nuevo del emperador, La princesa y el guisante y La sirenita.