Mélida Rafa21 de December de 2021A Jesús Conde Repiso, *MARQUÉS DEL CONQUERO*:
Mi buen y querido amigo, espero que tu persona esté bien, pues tu ser, lo siento y me acompaña tan vivo y tan presente como siempre.
Nos conocimos en "los caminos del Dharma", mientras Jack Kerouac nos relataba sus últimos viajes con los veteranos de la generación Beat (vaca que nos dio de mamar). Volamos junto al gran maestro "Juan Salvador" y acompañamos a la "Paloma" en su primer vuelo.
Vuelos, vida, vivencias que perduran en el tiempo.
Tú esculpiste con palabras las Dunas de nuestros recuerdos dorados, tan dorados, como la arena que nos impregnaba, mientras mamá contaba las 3 horas de nuestra sagrada digestión.
Empleaste las frases más exquisitas y yo lo intenté con mis tintas más nobles -creo que la simbiosis se adueñó de la obra-.
Oh! JESÚS, Jesusito de mi vida... (como bien nos enseñó cada madre), creo que siempre serás tan niño, tan noble y un, poquito, sabio... Como Él...
Tan fiel a tus palabras, llenaste de tinta, columnas tras columnas, como empeñado en completar los pilares del templo (Noche de ronda, Gotas de lluvia, La nuit, de Adamo, El crepúsculo, de los 5 que sabían latín... Todos... Entre "Quejíos, Sones y Aires de la vieja Alameda"...
Pero, siempre reservaste algún pilar que otro, para conmemorar recuerdos que, solo los "vagabundos", amigos del "Pájaro Azul", que volaron con las gaviotas, pueden comprender. Por eso, y algunas cosas más, te llevo siempre conmigo (como dijo el amigo Miguel...), Compañero del alma, compañero.
Un fuerte abrazo.
Rafael Mélida
